La historia de América Latina ha sido la historia de la dependencia y la búsqueda de la liberación. Desde el Descubrimiento, a finales del siglo XVX, hasta los primeros lustros del siglo XXI el binomio dominación-emancipación ha estado presente en la realidad y en el devenir histórico de estas tierras. Por eso, los análisis de los procesos sociales de la región –entendidos en su triple vertiente de lo político, lo económico y lo cultural– y los esfuerzos intelectuales se han orientado en gran parte hacia el intento de explicación de esta situación que se materializa en el subdesarrollo, y en la búsqueda de vías que permitan salir de ella encaminando a esta parte del mundo hacia un desarrollo integral y no solo económico.
América Latina puede ser definida hoy como una “sociedad de consumo” que hunde sus raíces más profundas en las transformaciones propias de la “sociedad posmoderna”. Este hecho es el que le da el nombre a la obra, puesto que la modernidad líquida, según Bauman, es la concreción de la condición posmoderna; mientras que la sociedad licuada, según Hamburger, es la expresión manifiesta del consumismo.