DE PUERTAS PARA AFUERA es un lente que ayuda a la comprensión de la realidad pasada, presente y futura de la Universidad de San Buenaventura Medellín. Su hilo conductor está marcado por la presencia viva y activa de la comunidad franciscana, con un enfoque de servicio que hoy sigue vigente y es capaz de detectar las necesidades, las problemáticas y los retos de nuestro entorno social para dar una respuesta pertinente y oportuna.
Dos palabras sintetizan esta propuesta, que al mismo tiempo son la identidad del franciscano: fraternidad y servicio; ser el hermano menor que sirve a la sociedad. Cualidades que nacen del amor a Cristo y se manifiestan en la consolidación de relaciones humanas y fraternas.
A través de este lente podemos ver tres fotografías en el devenir histórico de nuestra universidad: El “ayer bonaventuriano”, el “hoy bonaventuriano”, y “hacia un mañana bonaventuriano”.
La primera foto “el ayer bonaventuriano” retrata el 14 de febrero de 1967 y se puede ver la intención de los frailes fundadores y de la comunidad de la Provincia Franciscana de la Santa Fe de Colombia: “de servir a las familias y a los jóvenes de Medellín a través de la Universidad”.
La segunda foto el “hoy bonaventuriano” también retrata la respuesta de la Universidad, enlazando el ayer y el hoy con la creación de nuevos programas, un campus en Bello y dos respuestas concretas a la región: las extensiones de Armenia e Ibagué.
Finalmente, la tercera foto, “hacia un mañana bonaventuriano” traza un nuevo itinerario de viaje que intenta conducir a nuestra Universidad por nuevos rumbos, que nos permitan construir realidades renovadas y acordes con los tiempos actuales para llevar nuestra misión a otros lugares y personas.
Este itinerario comprende seguir con un trazo fino la apuesta por la calidad, por la humanización del conocimiento, por la modernización institucional, por la flexibilidad como la posibilidad de permear la Institución a las necesidades del medio. Esta dinámica nos orienta a la construcción del conocimiento afuera, con la comunidad, en medio de las necesidades reales buscando en todo momento la imagen de una universidad que se abre como una puerta al mundo. Una universidad que favorece la persona en su integralidad. Una universidad que usa el conocimiento para servir.
Con la lectura de esta obra se puede concluir: se conoce para servir, se estudia para servir, se investiga para servir; es decir, las disciplinas son un puente de servicio a la ciudad y a la región.