Para poder brindar un significado para el conocimiento, se debe poner en tensión y consonancia a los agentes y comunidades que generan, administran y gestionan el propósito del conocer. Esto posibilita la referenciación de propósitos y de relaciones de sentido que permiten preparar las bases comprensivas del mundo como puntos de partida y llegada para el desarrollo. Los actos educativos, tanto los institucionales como los cotidianos, desde aspectos cualitativos y cuantitativos como aportes que se complementan permiten nutrir las nuevas miradas para gestionar el conocimiento. El estudio proyectual esencia del modus–operandi del diseño es conformado por usos y aproximaciones indagadoras que resultan en miradas investigativas. De este modo el sujeto que conoce es un sujeto que construye y cimienta las bases de un desarrollo común.