Quienes dirigen hoy la universidad son las empresas, las grandes corporaciones financieras, los organismos comerciales y regulativos y los medios masivos de información. La función de rectores, vicerrectores y jefes de planeación, y demás burocracia directiva, es la de regular el paso de flujos de intereses de estas organizaciones por la universidad. Se está, entonces, ante otra universidad: la del mercado globalitario, que ya no es la universidad medieval o moderna ni un lucrativo negocio, pero sí paso obligado de los poderes globales.
Estamos asistiendo a la emergencia de otra universidad y el reto es pensarnos hoy esa otra universidad.