Este libro es un homenaje a Adolfo Pacheco Anillo, para muchos el único juglar vivo que le queda a la música de acordeón del Caribe colombiano. Pero también es una respuesta al llamado que hiciera la Unesco a salvaguardar este género musical. En efecto, en diciembre de 2015 la entidad incorporó el vallenato en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y advirtió sobre el riesgo que suponen para su supervivencia fenómenos como la violencia generada por el conflicto armado y la irrupción de estilos musicales que tergiversan y degradan su verdadera esencia.
La obra, además, pretende servir de inspiración a otras personas e instituciones que quieran sumarse a la noble tarea de pensarnos y reconocernos a nosotros mismos, como caribeños, en nuestras tradiciones y en nuestra cultura.