En la actualidad la expansión de Internet con infinidad de dispositivos direccionables y el crecimiento tecnológico y demográfico de países como China e India, que solicitan más y más direcciones de red, ha creado un grave agotamiento del espacio de direcciones IPv4. Los límites actuales son realmente críticos, y muy probablemente a mediados del próximo año se asignará la última dirección al público.
A fines de los ochenta ya se hacía evidente que la naciente red de redes, basada en el protocolo IPv4 y con cuatro mil millones de direcciones, no podría expandirse ilimitadamente. Desde ese momento se comenzaron a implementar estrategias que pretendían ahorrar al máximo el espacio de direcciones.
No fue sino hasta 1996 que se comenzaron a publicar RFC que definían el ya llamado protocolo IPv6, que ofrecería un espacio absurdo de 2128 direcciones asignables. Sin embargo, a lo largo de estos años ha sido objeto de controversias por su poca operatividad en comparación con su predecesor el protocolo IPv4.
Pero, indudablemente, es el momento de IPv6. Incluso países como Estados Unidos ha volcado sus esfuerzos en un cambio real de las instituciones públicas que lleve cada vez más rápido al cambio total de sus redes a IPv6.
Para ser coherentes con lo dicho, hoy presentamos este manual de laboratorio que se aventura a despertar la inquietud de los estudiantes de ingeniería (y por qué no, de los profesionales), para que realicen un acercamiento al nuevo protocolo. El estudio se enfoca en las estrategias de enrutamiento de paquetes (de manera dinámica o estática).