La curiosidad es un elemento requerido para la comprensión de los procesos celulares que enmarcan la vida misma. Adicionalmente, la capacidad de obtener información precisa, al máximo de exactitud; registrar, ordenar y presentar los datos en forma comprensible a los observadores que tengan acceso a ellos es una habilidad que sólo se logra a través de la práctica personal del ejercicio investigativo.