Los humanos al enfrentar un problema primero imaginan la solución y luego, a partir de estos dibujos creados con el pensamiento, construyen los resultados: cocinan alimentos, diseñan vehículos, escriben poemas y componen música. Lo visual es inherente en las personas, por esta razón las primeras manifestaciones realmente escritas de la humanidad se presentaron 14 siglos después que las gráficas y que l@s niñ@s hacen dibujos tres años antes de sus textos iniciales.
En el terreno tecnológico la evolución se dio de manera inversa; primero se procesaron textos y luego imágenes. Las primeras impresoras sólo podían plasmar unas rudimentarias letras y ni pensar en dibujos; los monitores en sus orígenes únicamente presentaban pocas líneas de texto; los lenguajes de programación y los sistemas operativos iniciales ni siquiera tenían entorno gráfico y los electrodomésticos no llevaban pantallas que desplegaran información; esto sucedía porque aunque lo gráfico es innato en los seres humanos, para manipular artificialmente figuras se requieren niveles de procesamiento muy superiores. Este último es el motivo por el cual, aunque las teorías de la geometría computacional y de procesamiento de imágenes ya estaban muy avanzadas en el siglo XX, apenas ahora los procesadores son lo suficiente veloces y económicos como para poder ejecutar los sistemas operativos totalmente visuales y los lenguajes de programación realmente gráficos en sus albores.