Conducido por miembros de tres universidades de Cali, Colombia, este informe tiende un puente entre la psicología del desarrollo y la psicología educativa para explorar un fenómeno de creciente importancia práctica y de gran significado teórico: el hecho de que actualmente –y más que nunca–, los niños más pequeños están pasando buena parte de sus años de formación en instituciones formales que deben, por necesidad, cumplir con funciones de cuidado y educativas. Si pueden o no ser exitosos en este objetivo es, en cierto sentido, la pregunta central.
El proyecto de investigación de las autoras reconoció y respondió a una tendencia mundial: el hecho de que la crianza de los niños se está tornando en una preocupación y una responsabilidad del Estado. Las instituciones que están siendo creadas, están dedicadas a la “educación” de los niños más pequeños: bebés, lactantes y caminantes.
Este es el nuevo espacio social que las autoras se comprometieron investigar. Dada la importancia atribuida por psicólogos y psiquiatras a los lazos emocionales y sociales entre los niños más pequeños y los cuidadores de sus familias, es primordial preguntarse cuáles podrían ser las consecuencias cuando los profesionales se hacen cargo de buena parte del cuidado y la educación.
