Es una obra de arte al buen trato, a la empatía, a la asertividad, al afecto, a la capacidad de interlocución válida, a la negociación, a la conciliación y la concertación, pues, promueve los valores humanos y sociales y aporta elementos fundamentales al entramado social desde el desarrollo de la inteligencia emocional intra e interpersonal: solidaridad, el servicio, el compromiso, la justicia, la equidad, la tolerancia, el altruismo son valores que se promueven y que generan actitudes y comportamientos nuevos que permiten transformar la actual coyuntura de nuestro país, sumido en el llanto por las condiciones especialmente deshumanas que vivimos.
La obra se hace más importante en cuanto inicia el trabajo con maestras prescolares y atiende, de forma integral, la formación en la primera y segunda infancia; pues crea procesos de desarrollo, en vez de establecer correctivos a la falta de procesos propios de la educación tradicional.