Lo que a continuación vendrá en este libro es la voz de un puñado de escritores conectados entre sí por diversos nexos: de un lado, el deseo de compartir y hacerse oír por aquellos que quieran acercarse a sus textos; de otro, la voluntad creadora que se resuelve en el esfuerzo de transformar en palabras sentimientos e imágenes que luego puedan ser de nuevo vueltos a su forma original; y finalmente, la generosidad de entregar una parte de sí mismos al juicio de personas ajenas que deberán detectar y reconocer los valores de los textos y su capacidad para transmitir emociones.
No estar en este libro no significa no merecerlo; estar, en cambio, sí. Y lo merecen aquellos que manejan la palabra y manejan las intenciones, aquellos que dominan el ritmo y la belleza. En este certamen prestigioso, concurrido y de altas cotas artísticas, no se selecciona al escritor, sino el texto. Cuando un texto es seleccionado es porque tiene algo qué decir y lo dice bien, así de simple y así de complejo. ¿Qué es decirlo bien? Esto requeriría todo un tratado, pero podemos acercarnos con unas pequeñas claves.