...¿qué mayor satisfacción podría tener que la propuesta que me hicieron para ser jurado en el XIV Concurso Bonaventuriano de Cuento y Poesía, un concurso que se falla a miles de kilómetros de donde resido? Pero es esa, precisamente, una de las ventajas del mundo actual: que las distancias se acortan y lo que era imposible en el pasado hoy se facilita enormemente. De hecho, uno de los grandes méritos de este concurso consiste en que ha logrado reunir textos de autores de muy diversas procedencias, hermanados por un idioma común. ¡Cuántos acentos distintos, cuántas realidades diferentes! Cada cual con su propia idiosincrasia, pero todos juntos. Esta lectura ha sido como emprender un viaje en el que continuamente se van haciendo nuevos hallazgos y nos transportamos a mundos distintos mostrados a veces en toda su crudeza, en una sorprendente amalgama de sentimientos y emociones.
¡Qué difícil escoger entre la excelsitud! ¿Cómo decidir qué textos deben prevalecer sobre otros cuando al final entra en juego la subjetividad de cada uno? Afortunadamente, el peso de la responsabilidad no recae en una única persona sino que es compartido, por lo cual, aunando los pareceres de unos y otros hemos llegado a un consenso. Y como resultado de todo ello ha quedado una auténtica joya. ¡Disfruten de la lectura!
Mónica Rodríguez Jiménez (España).