La comunidad sorda, en un contexto escolar, se verá beneficiada con este tipo de textos, ya que afianzará su lengua y promoverá situaciones comunicativas al interior de las familias, de una manera más cercana y afectiva.
Ambientes comunicativos y discursivos mediados con el texto, permitirán la formación de representaciones con sentido; sin embargo, se aclara que este por sí solo no reemplaza la figura del docente bilingüe ni del modelo lingüístico dentro del aula.
Crear materiales en función de los niños y específicamente para aquellos que se encuentran en situación de discapacidad sensorial, es reconocer la presencia de procesos de aprendizaje alternos y de formas de ser diversas; por tanto, acceder a ellos no solo proporcionará espacios educativos, familiares y culturales adecuados a sus condiciones, sino que facilitarán la inserción social para que el niño sordo pueda convivir libre y espontáneamente.