Escribamos desde la ternura y el compromiso de formar parte de este mundo. Escribamos sin miedo a no gustar, sin temor al fracaso, disfrutando y con honestidad. De entre las muchas lecciones de vida que la participación en los ¿Escribimos? del maestro Garzón Céspedes me ha dado, quisiera destacar esta: la de convertir la escritura en un impagable modo de lograr imponerte a las adversidades; en un camino con mil brazos que conduce a la resiliencia; en un preciado motivo para seguir.