Quisiera partir estas palabras rebanándolas por la mitad, como a una deliciosa naranja cuyo sabor —intuyo— excita el deseo al imaginarla empapando nuestra lengua de su jugo exquisito.
No quisiera llegar tarde a la cita convocada. Aunque no conozco la ruta, se señala en el bosque el camino a seguir. Hilvanando los signos dispersos entre las cortezas de los árboles más viejos, aparecen de a poco las coordenadas geografemáticas: XII Concurso Literario Bonaventuriano de Cuento y Poesía.
A medida que avanzo, se hace más difusa la cruz marcada en el mapa sobre Cali, Colombia. El pergamino atemporal se ha comprimido en una pequeña bola de papel y, ante mi asombro, se ha transformado en un perfecto globo terráqueo luminiscente. Comprendo, de súbito, la dimensión de la cita y, entusiasmado, intento ubicar en el globo el enorme mantel que albergará lo más granado de las delicias poéticas y narrativas que este año han sido orgullosa bonanza en las cosechas...
“Estás en el camino correcto: XII Concurso Literario Bonaventuriano de Cuento y Poesía. Aquí. Ahora”.
Segundo Antares, en Temuco, Chile (septiembre de 2016).