Este libro es un hito importante porque reúne los aspectos centrales de la producción intelectual de las dos últimas décadas en el fértil campo de investigación, que ha caracterizado lo que podríamos llamar la Escuela Cali–Barcelona de la psicología del desarrollo. Creo que este esfuerzo sistemático por comprender el desarrollo desde los mejores modelos científicos disponibles, cumple con los requisitos necesarios para justificar esta clasificación como “escuela”. La rigurosa exploración de nuevos modelos formales está firmemente enraizada en las tradiciones piagetianas» de las que la escuela se alimenta, con una coherencia y una comprensión hasta las últimas consecuencias que escapan a las hordas de empíricos alrededor del mundo que siguen recurriendo a las “situaciones piagetianas”.