De todos es conocido que vivimos una crisis de referencias que se expresa en la vida personal, intelectual, social, política, religiosa e institucional, crisis que en otros términos podríamos describir como una situación de deriva cultural, para la cual requerimos tablas de salvación y esperanza que nos muestren nuevas referencias y valores negados u olvidados en nuestras vidas.
Vivimos, igualmente, un momento complejo que coincide con la hora de los balances, para la cual estamos llamados a evaluar nuestro ser y nuestro quehacer.
Todo lo anterior nos invita a hacer memoria de lo que fuimos y de lo que somos, al ser conscientes de que una persona o una institución sin memoria o con memoria intermitente, tiende a ser un ser humano o una entidad frágil y sin identidad.
Sabemos, además, que sin recuerdo y sin retorno a las fuentes y a los orígenes difícilmente sacamos adelante un proyecto, pues de la memoria que conservemos sacaremos fuerza e inspiración para procesos y proyectos futuros.
No dudo de que consignar y registrar objetivamente la memoria de una institución nos hace volver a lo esencial, cuando por memoria entendamos que no es repetir el pasado, sino actualizar los caminos.
Recibamos este libro sobre los 50 años de fundación de la Universidad de San Buenaventura Cali como una renovada propuesta para el proceso de construcción de futuro, que nos llevará hacia una nueva visión de las realidades actuales en nuestra alma mater.
Fray Héctor Eduardo Lugo García, OFM