Las autoras, Bustamante-Ambuila, presentan en esta obra su interés por comprender el papel del Derecho frente a la problemática de la violencia contra la mujer y en este sentido conocer qué herramientas jurídicas existen, tanto en el escenario interno como en el externo, para perfilar posibles asesorías en ese campo; así como los principales obstáculos que concurren en torno a la eficacia del corpus normativo en la instancia interna.
En consecuencia, la obra intenta responder varios interrogantes dinamizadores como ¿Qué relación existe entre la violencia contra la mujer y las prácticas jurídicas? ¿Cuál ha sido la dinámica en la construcción del régimen internacional de los derechos humanos de las mujeres? ¿Cómo el derecho internacional ha permeado el derecho nacional? ¿Qué instancias internacionales se ocupan de la promoción y protección de los derechos humanos de la mujer? ¿Qué precedentes jurisprudenciales existen sobre el problema de violencia contra la mujer en las Cortes Internacionales? Y de manera más específica ¿cuál es la percepción de las mujeres usuarias de centros de atención estatales y no estatales sobre sus derechos como mujeres, en la ciudad de Santiago de Cali?
Como hipótesis de trabajo se expone que las prácticas jurídicas se encargaron de legalizar la violencia como práctica social, y como consecuencia de la discriminación creada se viven episodios de violencia contra la mujer como expresión de esa violencia directa; en este sentido existe una contradicción entre el deber ser del Derecho y la invisibilización de los derechos humanos de la mujer.