La politización del campo religioso, su fragmentación y el clientelismo corporativista del Estado son los problemas abordados por Álvaro Cepeda van Houten en el libro Neopentecostalismo y política: el caso colombiano. En esta ocasión Cepeda sintetiza y a la vez amplía algunos de los temas abordados por él en anteriores publicaciones. En efecto, el autor nos da a conocer cómo los pentecostales participan en la política utilizando las mismas prácticas clientelistas de los partidos tradicionales, convirtiéndose en un movimiento que está en capacidad de disputarles visibilidad a los movimientos alternativos.
La tesis principal del libro consiste en demostrar cómo los movimientos pentecostales entran al campo político con el objeto de que se les reconozcan sus derechos en igualdad de condiciones con respecto a la Iglesia Católica. En este proceso de visibilización las prácticas electorales neo-pentecostales reproducen el clientelismo bipartidista; más aún, el nepotismo de los pastores devenidos en políticos representa lo más tradicional del sistema político colombiano. Además, la supuesta laicización del Estado, lograda por medio de la Constitución de 1991, deja de ser una prioridad, ya que el discurso moralizador del movimiento pentecostal afecta en ciertas ocasiones las discusiones públicas en torno a las decisiones estatales.