El hombre inventó y perfeccionó ola máquina para facilitar el dominio de la naturaleza y resolver sus necesidades básicas y en el futuro, posiblemente, para realizarse como ser político, ya que las máquinas harían que su labor se centrase más en su perfeccionamiento como individuo. En este sentido es evidente que las máquinas están para servir al hombre. Sin embargo, la ciencia ficción, a la cual es necesario escuchar en vez en cuando, nos recrea un mundo en el cual las máquinas cibernéticas controlan al hombre: el hombre al servicio de la máquina. ¿Es posible este mundo? En la narrativa del novelista AldousHuxley, si es posible; al igual que en lo trilogía de loa película de ciencia ficción, Matrix, escrita y dirigida por los hermanos Wachoswski. Pero más realistas resultan loas acciones de protesta de los ludistas ingleses, que en el siglo XIX detraían las máquinas por temor de ser reemplazados por ellas; o, los llamados de atención por parte de la Escuela de Frankfurt que denunciaban la enajenación del hombre a través de los artefactos. Es hacia esa problemática que el presente escrito dirige sus esfuerzos.