En esta obra sociológica se presenta el fruto de un método que obligó al autor a ponerse en contacto directo con la población implicada, es decir, a comprometerse por el trabajo y el modo de vida en las condiciones materiales y existenciales de estos desplazados. Por tanto, es como observador participante que el autor ha podido penetrar el alma de aquellas que habitan estas ´aglomeraciones sin alma´, como diría Bourdieu. En este análisis utilizó varias fuentes epistemológicas con la única intención de dar al objeto de la investigación (los olvidados de la ciencia sabia), la posibilidad de ser iluminados por las corrientes del saber (en sociología) que han buscado, a lo largo de este siglo, ser cercanas y solidarias.