La trayectoria de las escuelas de salsa caleñas muestra un trabajo que se construye con base en una visión corporal y cuyo resultado se pone en escena; unas rutinas de trabajo corporal; unas estéticas reivindicadas a partir de formas particulares de exhibir el cuerpo: un cuerpo que no solo se muestra en el ejercicio tradicional de la tarima sino que se luce en el despliegue de vistosas figuras acrobáticas, de malabares y cruces en el aire; un cuerpo que somete a prueba permanentemente todas sus posibilidades en la práctica profesional del baile de la salsa. Por tanto, varios elementos se conjugan allí.
Esa experiencia corporal construida en las enseñanzas de la danza, pero tejida y hecha baile, alimentó la posibilidad de indagar cómo ello se ha dado en nuestro medio, concretamente para devenir en el baile caleño del ritmo de salsa y sus mentores, las escuelas de salsa caleñas; en sus manifestaciones y prácticas informales que poco a poco, por su fuerza e impacto, ha sido necesario formalizarlas.