En la biblioteca del colegio Pascual de Andagoya de Buenaventura comenzó Óscar Collazos su andadura por el mundo de los libros. Andadura que refrendaría luego en la Facultad de Sociología en la Universidad Nacional de Bogotá y en el Teatro Escuela de Cali con Enrique Buenaventura o trabajando en la Casa de América en Cuba, donde recopiló papeles sobre el vanguardismo en nuestro continente y prologó con acierto el Adán Buenosayres, de Leopoldo Marechal.
Este sustrato sostendría su columna del periódico El Tiempo. Allí publicó muy justas semblanzas sobre Manuel Zapata Olivella y Fernando Vallejo, entre otros, y escribió de antropología, enfocado en la transculturación africana con niños transformados en santos, o de la sicariesca colombiana, con balas bendecidas para no errar el tiro.