Esta investigación evalúa el impacto de los proyectos de arquitectura en la construcción del hábitat residencial, ya sea para estimular o reprimir procesos socioculturales o económicos propios de las dinámicas cotidianas del habitar. Se considera que los proyectos de arquitectura son capaces de asumir las intervenciones que los habitantes efectúen, enriqueciendo así tanto el espacio físico como sociocultural, lo cual se constituye en un complemento del habitar y no en un obstáculo.