Apostarle a lo esencial en procesos de formación superior en tiempo presente, se ha ido constituyendo en el reto académico e intelectual de la Maestría en Educación: Desarrollo Humano, que tiene su norte en la configuración de comunidades de sentido que se interroguen como una opción de salvataje, como una opción de pensar, de pensar-se, desde los intereses personales y el vínculo eco biográfico que exige formar parte de la sociedad humana; dicha apuesta representa la posibilidad de elaboración epistémica asociada al avizoramiento de múltiples tensiones sustanciales que se debaten en el campo educativo.