Cada uno de los capítulos del presente volumen habla de un momento preciso del decir amparado en el significante psicoanálisis; solo, y ya por ello, vale la pena darlos a conocer en esta publicación. Los documentos muestran las fracturas de un discurso que alguien podría refrendar completo; el discurso en falta, que se aprecia al leer el texto, es algo valioso que vale la pena rescatar; esas rupturas, esos pegues, dan cuenta de un imposible que pide mostrarse. El ser consecuentes con el significante y no con el significado, obligaría a que estos documentos se publiquen para dar cuenta de lo que es un discurso y que, como todo discurso, cuesta anudar para darle la consistencia y existencia; cualidades que otros discursos ilusoriamente afirman tener. El presente volumen, en su conjunto, es un registro de lo que se ha hecho y de lo que cada uno, en cuanto sujeto, logra articular. Esto también hace valioso este libro pues es evidencia de que no hay verdad acabada y, en cambio, nos muestra las verdades de aquellos que se atreven a hablar la lengua psicoanalítica.