Los doctorados en educación en Colombia comparten al mismo tiempo una ficción y una misión. La primera está representada en la fantasía colectiva y mesiánica de redimir los procesos educativos mal realizados en la formación de maestros investigadores en el país. La segunda, consiste en explicar cómo es posible llevar a cabo una alta formación de investigadores en pedagogía y educación, dado el poco fomento pecuniario a estos programas. Sustituir la función sustantiva de investigación de todo el sistema educativo nacional en un último estadio es una tarea prácticamente imposible dentro del marco del actual modelo de investigación, desarrollo e innovación que hoy se difunde como único paradigma en el proceso de producción del saber y la ciencia, estandarizado nacionalmente para todas las disciplinas.