Cerrando ciclos es un texto de tres tiempos y ahí se encuentra un ser, pero un “ser ahí”, ontológico, temporal, ajeno a las “habladurías” y a las “escribidurías” a las que se refería Heidegger, de manera sarcástica.
Y si el tercer ciclo es un “Encuentro” de la “Misantropía” y de la “Transpiración”, es porque, sin ningún temor ni vergüenza, se abrió de par en par la puerta de la existencia y esa es la meta peculiar del habla poética, como dijera el autor de “El ser y el tiempo”.
Carlos Felipe Rúa Delgado es, fundamentalmente, un poeta, y un poeta no es un bufón, como decía el Zaratustra de Nietzsche.






